Decía la maldición china "Ojalá te toque vivir tiempos interesantes", una afirmación que viene a marcarnos que cuando la espiral de acontecimientos que nos tocan vivir no nos permiten la paz , surge la necesidad de enfrentarnos a los retos y desafíos que la vida nos depara en nuestro proceso de desarrollo profesional, personal y empresarial. Y es que hoy, asistimos a tiempos de incertidumbres, transformaciones y cambios que vienen a afectarnos como sociedad e individuos, las grandes revoluciones económicas, tecnológicas, políticas, culturales y científicas unidas, a un tiempo en el que la sociedad liquida nos lleva a alejarnos de la propia esencia de la conexión humana cercana y nos impulsa a la búsqueda incesante de expectativas a cumplir y exigencias autogeneradas, esas que en muchas ocasiones nos llevan a buscar la brújula para nuestro camino presente y futuro.
Pero sí algo nos depara la historia de la humanidad es encontrar la esencia a las preguntas del hoy en el pasado, en los pueblos originarios o en las enseñanzas de la sabiduría de Grecia o del milenario Japón. Es aquí, donde uno encuentra el camino del Bushido, el código ético samurái de la vida del guerrero cuyas siete virtudes hoy sirven para marcar el liderazgo que hoy puede servirnos para enfrentar los proyectos, retos o crisis que el Siglo XXI nos puede deparar. Siete pasos, siete palabras, siete valores que educan nuestra conciencia y nos ayudan a evolucionar desde la necesaria reflexión de su significado en su conocimiento profundo.
El primer paso, GI, ser honrado en tus relaciones con todas las personas, en su dedicación en el tiempo que te dan, en su presencia, Ser honrado desde el ejemplo en tu forma de tratar a las personas que te encuentres en tu esfera profesional, personal o empresarial. Cree en la justicia, pero no en la que emana de los demás, sino en la tuya propia, la que sirve como guía para ti y para quienes comparten contigo camino. Tomar en definitiva las decisiones correctas frente a las incorrectas y cuando el error ocurra tener la honradez de reconocer el mismo desde la humildad.
El segundo paso, REI, respeto y cortesía. Ser cruel , generar dolor o daño a quienes nos rodean, desde el ámbito personal al profesional es injustificado, En el bushido no existe espacio a la crueldad. Demostrar la fuerza desde la humillación para someter no responde a la fuerza de un liderazgo real. Ser cortes con los adversarios e incluso con tus enemigos. El samurái vivía en este segundo paso de su código ético el valor del respeto no por la utilización de la fuerza sino por su manera de tratar a los demás.
El tercer paso, YU, Coraje, la vida del samurái se vive de forma plena, con inteligencia y fuerza para enfrentar los procesos , para liderar y enfrentarse a los retos reemplazando el miedo por el respeto y la precaución, pero sin que estos elementos impidan nuestro camino certero en la búsqueda de los objetivos marcados.
Cuarto paso, MEIYO, honor , el camino del guerrero tiene como el más alto juez de sus acciones no a las personas que le rodean sino a si mismo , en su contemplación de sus actos y en el cumplimiento de estos en base a su honor y a la no traición de este. Las decisiones que tomamos y cómo las llevamos a cabo son un reflejo de quién somos en realidad, o en quienes nos estamos convirtiendo, algo que determina la necesidad de tener presente este paso para volver a encontrar nuestra senda si en algún momento la perdemos . Es una verdad que no podemos ocultarnos de nosotros mismos.
Quinto paso, JIN, Benevolencia. En nuestra vida , tanto en el ámbito personal como profesional o empresarial debemos de optar por la continua formación, acceso al conocimiento, al aprendizaje y a la humildad de estar abiertos al conocimiento ajeno. Y junto a ello, el deber de desarrollar un poder que debe ser usado en bien de todos. Tener la compasión para reconocer los errores propios y la capacidad para ayudar a las personas en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla, dar sentido a nuestra vida desde la cooperación y la presencia activa en el mundo generando puentes.
Sexto paso, MAKOTO, honestidad con la palabra dada y el compromiso. No valen las excusas cuando nos comprometemos en las acciones con nuestro ámbito personal, profesional y empresarial. La simple promesa supone la ejecución de la acción.
Séptimo y último paso,CHUUGI, Lealtad, El compromiso al proyecto, al objetivo y la responsabilidad sobre las acciones que se despliegan , siendo leal a todas las personas bajo su liderazgo o junto con las que construya un proyecto o iniciativa personal , profesional, emprendedora o empresarial.
En ellos, en la senda de su comprensión y asunción se encuentran las respuestas al liderazgo que hoy en un tiempo complejo nos toca asumir, ese que se basa en la construcción de un mundo mejor , pleno y de oportunidades para una sociedad que requiere de los pasos del Bushido para construir entre personas un tiempo de libertad, igualdad, fraternidad, progreso y esperanza.
Comentarios