Trading online, el nuevo método de inversión

Las nuevas tecnologías han ocupado casi toda nuestra vida cotidiana. Actualmente, muy pocas actividades del día a día carecen de elementos digitales, en particular las actividades laborales, que han adaptado su funcionamiento a las posibilidades que ofrece internet. El flujo continuo de usuarios ha hecho de la red global un lugar privilegiado para encontrar nuevos clientes y nuevas empresas con las que trabajar.

El mercado financiero no ha sido una excepción y también ha desarrollado un formato en línea. De esta manera, los participantes en el mercado han logrado invertir sin la ayuda de intermediarios y han creado una nueva práctica conocida como «trading online».

Según los especialistas, el comercio se define como la actividad de comprar un producto financiero y luego venderlo en un corto, medio o largo plazo con el fin de generar un beneficio. Aunque existen muchos tipos de productos financieros, los más comunes en la industria del comercio son las divisas y las acciones, que producen beneficios más a menudo que otros productos como los futuros. El comercio en línea consiste exactamente en la misma actividad, pero esta vez se realiza a través de internet. Actualmente existen muchos portales en la red dedicados a las operaciones en el mercado financiero, ya que esta práctica se ha extendido entre los inversores en los últimos tiempos. Un ejemplo sencillo de trading es el siguiente: un inversor compra 100 acciones a un precio de 10 € por acción. El coste total es de 1.000 euros. Dos días después, el mismo inversor vende las 100 acciones por un valor de 12 euros cada acción. El beneficio es de 1.200 euros. De esta manera, el inversor obtuvo un beneficio de 200 € de la inversión inicial. Esta práctica ha permitido la presencia de nuevos clientes en los fondos de Inversión gracias a la generación de ganancias que pueden ser reinvertidas.

Operar en línea: Nuevas herramientas en el Siglo XXI

Invertir no es un proceso fácil de manejar con solvencia. Además, el elemento principal es el dinero, por lo que tener una buena habilidad es importante para que las operaciones no sean perjudiciales para la economía personal. Por esta razón, se recomienda practicar con simuladores virtuales donde se negocian productos reales en tiempo real y el dinero es virtual, sin riesgo de pérdidas deplorables. Después de varias operaciones virtuales fructíferas, es el momento de operar en la realidad.

También es importante trazar una buena estrategia. Es posible recurrir al análisis técnico, al fundamental o a la combinación de ambos. El primero analiza con rigor las tendencias de cada acción para comprar aquellas acciones que están creciendo. En el segundo tipo, lo importante es buscar acciones con un valor muy bajo y un buen margen de crecimiento. Si practica la combinación, entonces necesita encontrar acciones con una tendencia de crecimiento y cuyo valor sea mínimo.

Tipos de Trading

El comercio no es una actividad comercial que tenga una sola forma de operar, sino que hay diferentes formas dependiendo del tiempo que pasa entre la compra del producto y su venta. Por esta razón, se pueden distinguir cuatro tipos de operaciones. El primero es el Day Traders. Por lo general, abren y cierran las operaciones de compra y venta en poco tiempo: minutos, horas o un día como máximo. Para hacer esto necesitan comprar acciones cuyo valor tiene una fluctuación continua. Es importante comprar en el momento exacto en que una determinada acción genera un beneficio, ya que un minuto después la tendencia puede ser opuesta. Por esta razón, los operadores diarios son los que asumen más riesgos.

Luego están los Swing Traders. En este caso, los inversores suelen mantener un período de entre varios días y dos semanas entre la compra del producto y la venta. El valor de la compra también debería variar, aunque con menos frecuencia que los operadores diarios. De esta manera, un producto que genera beneficios puede continuar esta tendencia durante un período más largo. Los riesgos asumidos son menores que el primer tipo. En tercer lugar están los inversores a medio plazo. Prestan atención tanto a la entrada en el comercio como a la salida, por lo que el precio de compra es tan importante como el de venta para estos inversores. Por lo general, mantienen la operación abierta durante un año como máximo, aunque dos meses pueden ser suficientes para obtener los beneficios esperados, que se reflejan en el precio alcanzado por el producto.

Finalmente aparecen los traders a largo plazo. Estos inversores son los que más tiempo mantienen las operaciones abiertas, ya que pueden ser varios años. En este caso, el valor de las acciones podría ser demasiado variable, pero su precio debería aumentar a lo largo de los años. Por esta razón, los inversores a largo plazo estudian las empresas en profundidad para ver sus expectativas de crecimiento. Por lo general, mantienen sus acciones hasta que ven una tendencia negativa en ellos.